
En julio del año pasado apareció en escena Wilson (
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Al muñeco los propios penitenciarios lo habían bautizado con el nombre de Wilson, en alusión a la pelota que acompañó a Tom Hansk en la taquillera película Náufrago. Esa noticia recorrió el mundo entero por lo absurdo (
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Cuando todo parecía olvidado, doce meses después, apareció en escena un nuevo Wilson pero esta vez no es una pelota. Se trata de Aída Rosa Wilson consuegra de la subsecretaria de Educación Patricia Ruíz que factura miles de pesos al estado provincial con una empresa de dirección fantasma (
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Esta Wilson es una docente jubilada que parece no estar en Neuquén y que ni su hijo, Diego Gelos, parece conocer (
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A esta situación poco más que extraña e irregular se suma la subsecretaria Ruíz que no admite su complicidad en esta trama familiar (
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Como dije el año pasado cuando apareció Wilson, el guardiacárcel, la pelota no jode a nadie porque de última alguien la puso ahí donde esta. El problema son esos que ponen y sacan y que trabajan para el gobierno. Todo ese dinero que se consumió la Wilson consuegra de Ruíz habría permitido optimizar el funcionamiento de las escuelas técnicas garantizando así calidad educativa para cientos de jóvenes. Pero bueno, la subsecretaria decidió garantizarle un buen pasar a unos pocos familiares demostrando así cuál es el eje de la política de este gobierno.