En estos días estuvo circulando por las redes sociales el rumor, digo rumor porque el hecho en sí no existió, de que una niña se había perdido en un hipermercado y la madre junto a un grupo de personas y los guardias del local lograron localizarla en el baño con el pelo corto y la ropa cambiada.
El rumor siguió sus canales normales del boca en boca trepó a las redes sociales (Facebook yTwitter) desde donde logró dar el gran salto a los medios masivos, en este caso la radio, donde se encargaron de darle difusión y después la policía salió a desmentirlo.
En este posteo quiero contar cómo funciona el rumor y cómo es que tracciona.
Primero que nada recordar que la historia en cuestión, de la niña perdida en el hiper y que pretendían robarla, es lo que se conoce como mito urbano.
Explico: antes las mamás cuando los chicos se les escapaban les decían que se los iba a llevar el viejo de la bolsa. Este señor que se volvía temido estaba en la calle. Con el avance de los tiempos y el auge de las grandes estructuras comerciales hubo que actualizar el temor a los nuevos espacios de circulación con el fin de que el niño se mantenga cerca de uno cuando se sale de compras.
Contextualizada la información avancemos sobre el rumor.
Las características más importantes del rumor es que tiene que ser creíble, provenir de una fuente autorizada y tiene que concernir directamente a la vida de la gente.
En el caso de Neuquén el rumor es creíble porque el robo de chicos existe en todo el mundo y esta provincia no está al exenta de nada.
En cuanto a la fuente que le da cierta entidad al rumor, termina siendo las redes sociales donde parece ser que los seguidores y/o contactos siempre dicen la verdad.
Por último el rumor concierne en forma directa a la gente porque nadie quiere que le arranquen a un ser querido de su lado.
En este resumido análisis se observa que el rumor funciona de maravillas porque nadie se tomó el trabajo de querer desarticularlo porque el camino que hay que hacer es bastante engorroso y en definitiva la gente prefiere siempre tener algo para contar bajo la trillada frase de "me enteré", "me contaron", etc.
En el ABC del periodista está el chequeo de la información. El martes 2 de agosto me encontraba en el cierre del diario cuando un colega avisó de esta situación en un hiper neuquino. Supuestamente un amigo había estado en el lugar. Para no darle entidad a lo que considero un mito urbano decidí consultar con la policía si había denuncia o algún tipo de procedimiento al respecto. El superintendente de investigaciones, Miguel Liria, en cuestión de minutos se encargó de desmentir el suceso por lo que en el diario no publicamos nada.
Pero el rumor siguió buscando por las redes sociales hasta que se filtró a unas radios locales donde tienen por norma, errónea a mi entender, dar primero la información y después chequearla bajo la excusa de que se trata de mensajes que envía la gente. En este caso también la policía salió a desmentirla.
Lo cierto es que de todos lo que hicieron circular por las redes sociales este rumor ninguno fue el primero en observar el hecho y esa es la característica principal del mito urbano, que quien lo difunde alude haber recibido la información de boca de otros.
Para no extenderme más les dejo dos propuestas para avanzar más sobre el tema del rumor:
1- Pueden leer el libro de Jorge Halperin,
"Mentiras verdaderas" (ver) donde el periodista sigue varios mitos urbanos que corren la misma suerte que el rumor del robo de la nena en un hiper neuquino.
2- El documental de Carlos Sorín,
"La era del ñandú" que los sorprenderá
(Para bajar).